Las múltiples y continuas subidas fiscales aprobadas desde el inicio de la crisis no han impedido que España se mantenga como uno de los países con menos ingresos tributarios. En el IRPF, el IVA o el impuesto sobre sociedades, las tres grandes figuras impositivas que existen en todos los Estados la UE, España se encuentra por debajo de la media, según los últimos datos de Eurostat. En el IVA, cuyo tipo impositivo ha aumentado cinco puntos desde 2010, España es el tercer país que menos recauda.
En cambio, en los impuestos sobre propiedades y construcciones, la Hacienda española se encuentra en la media, algo que se explica por la importancia del IBI, el impuesto local que grava a los propietarios y que es el único tributo en España que jamás ha perdido recaudación. En los impuestos sobre transferencias de capital, que incluye el impuesto sobre sucesiones y donaciones, España ocupa la tercera posición, solo superado por Bélgica y Francia.
- IMPUESTO SOBRE LA RENTA (IRPF)
El IRPF es el impuesto más relevante por recaudación en la UE. Los últimos datos de 2014 muestran que España ingresó por este tributo que grava principalmente los salarios un 7,7% del PIB frente al 9,4% de la media europea. El año 2014 fue el último en el que todavía estuvo en vigor el aumento fiscal que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en la anterior legislatura. Aun así, la recaudación retrocedió un 2,9% respecto a 2007, ejercicio que marcó el final de la etapa expansiva y el inicio de la crisis.
En cambio, en este mismo período, los países de la zona euro aumentaron un 17% la recaudación por IRPF. En 2014, el tipo marginal máximo en España era de los más elevados de Europa. Se situaba en el 52% (56% en comunidades como Cataluña o Andalucía), sin embargo, ese gravamen solo se aplicaba a rentas superiores a 300.000 euros. Una minoría. De hecho, la presión fiscal que sufre un trabajador que gana el sueldo medio es inferior en España que en la mayoría de países europeos, según datos de la OCDE. El menor nivel de ocupación y los bajos salarios son variables que pueden influir en el bajo nivel de recaudación del IRPF.
- IMPUESTO SOBRE EL VALOR AÑADIDO (IVA)
España subió el tipo general del IVA del 16% al 18% en 2010 y, en 2012, volvió a incrementarlo hasta el 21%. Una subida de cinco puntos en un período tan corto de tiempo prácticamente no tiene precedentes en Europa. Sin embargo, España recauda comparativamente muy poco por IVA. En 2014, ingresó el equivalente al 6,2% del PIB. Solo Irlanda e Italia recaudan menos que la Hacienda española.
La realidad es que subir el IVA para hacer frente al incremento del déficit público es una medida poco original. Desde 2007, 21 de los 28 Estados miembros han aprobado incrementos del tipo general del principal impuesto indirecto. Durante la crisis, la recaudación por IVA en España aumentó un 1,2% por el efecto de la subida de tipos, frente al aumento del 10,9% registrado en la media de la UE.
- IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES
Los datos de Eurostat reflejan que se ha registrado una subida generalizada de los ingresos por IVA durante la crisis y una fuerte caída de la recaudación del impuesto sobre sociedades, que gravan los beneficios empresariales. España es un caso extremo. En 2007, llegó a recaudar más de 50.000 millones por el impuesto sobre sociedades y en 2014, no llegó a los 21.000 millones. Supone un descenso del 58,3%, el mayor registrado en la Unión Europea. El descenso medio en la zona euro fue del 18,6%.
En el impuesto sobre sociedades, España recauda el equivalente al 2% del PIB, dos décimas por debajo de la media europea. Es el noveno país que menor partida saca a este tributo. Los Estados que más ingresan son, por este orden, Malta (6,5% del PIB), Chipre (6,4%) y Luxemburgo (4,4%). Se trata de tres países que han sido catalogados en algún momento como paraísos fiscales por la legislación española y que mantienen una legislación beneficiosa para las empresas.
- FISCALIDAD INMOBILIARIA
Bajo el epígrafe de impuestos sobre propiedades y construcciones, España recauda el 1,2% del PIB, justo en la media europea. Ello se explica por el potencial recaudatorio que tiene el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), un tributo local que abonan los propietarios de viviendas y que aporta a los ayuntamientos más de 10.000 millones de euros.
El IBI es el único impuesto del sistema tributario español que nunca ha registrado una caída en la recaudación. Se trata de una figura fiscal contracíclica que grava la tenencia de la propiedad y, por lo tanto, el desplome del sector inmobiliario y de las compraventas ha tenido un efecto limitado sobre el IBI. Además, el impuesto se aplica sobre el valor catastral de la vivienda, cuya variación depende de los municipios y ha continuado subiendo durante la crisis en muchas ciudades.
- IMPUESTOS SOBRE TRANSFERENCIAS DE CAPITAL
La oficina estadística europea indica que España es el tercer país de la UE, por detrás de Bélgica y Francia, que más recauda por los impuestos sobre transferencias de capital. Se trata de una cifra relativamente modesta (0,3% del PIB), sin embargo, es en el único apartado en el que España alcanza el podio. En este grupo se incluye básicamente el impuesto sobre sucesiones y donaciones, que en España aplican y recaudan las comunidades autónomas. Se trata de un tributo que en algunos países no existe o que tiene una capacidad recaudatoria muy baja. Por ejemplo, Italia ingresa por el impuesto sobre sucesiones y donaciones 622 millones, un 0,03% del PIB. Eurostat ofrece las cifras con un decimal y, por lo tanto, en muchos países aparece que la recaudación por los impuestos sobre transferencias de capital es del 0,0% del PIB.
Fuente: Cinco Días