Dicen que un sueldo de seis cifras no es lo más importante en un trabajo. Obviamente, a nadie amarga un buen cheque, pero el dinero no es lo que define el trabajo perfecto. Esa excelencia es más bien resultado de un cóctel de factores. Así, si a ese jugoso salario se le suma una jornada laboral aceptable, un buen equilibrio con la vida personal y perspectivas de futuro en el puesto, uno se puede aproximar a algo parecido al mejor trabajo posible.
Glassdoor, un popular portal norteamericano dedicado a la búsqueda de empleo, ha hecho esa difícil ecuación para crear el decálogo de las profesiones que reinan en 2016, en su mayoría relacionadas con la tecnología, las finanzas y el marketing.
El podio es para data scientists, gestores de impuestos y solutions architects, un trío que avanza que, en muchos casos, se trata de un nuevo tipo de profesionales que se rifan las empresas. Los expertos de la plataforma consideran extrapolables a otros países las conclusiones de su ranking que, además, más allá de las profesiones concretas, permite entender las claves del mercado laboral futuro.
La traducción más aproximada al español de data scientist es analista de datos, aunque ese término se queda incompleto. El data scientist, que Harvard Business Review ya bautizó como «el trabajo más sexy de la década», se dedica a examinar y procesar el denominado «Big Data», para lo que necesita tanto ese análisis como conocimientos matemáticos, destrezas estadísticas y sentido común, entre muchas otras cosas.
Se entiende mejor con un ejemplo: es la profesión de la persona que descubrió en las redes sociales la herramienta dedicada a «gente que podrías conocer» o «sugerencias de amigos», algo posible gracias a las conexiones entre ingentes cantidades de datos de los perfiles de usuarios.
Fuente: Expansión