La OCDE ha revisado al alza su previsión para la economía española en 2016 hasta el 2,8%, una décima más de lo que había anticipado en noviembre y de lo que espera el Gobierno, pero recortó la de 2017 en dos décimas para dejarla en el 2,3%.
En su informe semestral de Perspectivas publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestra para 2016 mayor optimismo que la Comisión Europea, que augura un 2,6 %), pero menos para 2017 (el Ejecutivo comunitario calcula un 2,5%)
La razón es que algunas «fuerzas positivas» como los precios baratos del petróleo y de las materias primas o la política fiscal, que favorecen el consumo en 2016, ya no tendrán el mismo efecto en 2017.
Otro factor que tira del consumo -principal vector de la recuperación en España- es el crecimiento del empleo, que según la organización se traducirá en una reducción de la tasa de paro del 22,1% de media en 2015 al 19,8% en 2016 (una décima menos de lo que calcula el Ejecutivo) y al 18,4% en 2017 (por un 17,9% del gobierno).
La progresión del empleo en España será en 2016 del 2,9%, es decir la segunda más elevada de los 34 países de la OCDE, sólo por debajo de Turquía (3%), pero el ritmo se ralentizará significativamente al 2,1% en 2017.
En ese ejercicio, España continuará estando en el furgón de cola en términos de tasa de paro, ya que su 18,4% sólo sería superado por el 23,2% de Grecia, y seguiría muy lejos tanto del tercer país peor calificado, Portugal (11,5%), como de la media de la zona euro (9,8%) y más todavía de la OCDE (6,2%).
Los autores del informe advierten de que, en caso de persistir, la incertidumbre política que se mantiene desde las elecciones de diciembre pesará en los dos factores que componen la demanda: la inversión y el consumo.
Fuente: EXPANSIÓN