El Banco de España se une a la ola optimista sobre la economía española y ha revisado al alza tres décimas sus previsiones de crecimiento del PIB hasta el 3,1% para este año.
El Banco de España también apunta que ese crecimiento se moderara hasta el 2,5% y el 2,2% en 2018 y en 2019, respectivamente.
Respecto a sus pronósticos para este año, la entidad justifica estos cambios debido a «la evolución reciente en el ámbito nacional e internacional más favorable de la anticipada previamente, y de la actualización de los supuestos técnicos y exteriores sobre los que se condicionan las proyecciones, que ha motivado revisiones al alza en los distintos componentes de demanda».
Según el supervisor, el avance del PIB «continuará sustentándose en lademanda nacional, para la que, no obstante, se prevé una prolongación de la desaceleración observada en 2016″.
Por su parte, el organismo señala que «la demanda exterior neta continuaría ejerciendo una contribución positiva a lo largo del horizonte de proyección».
Reducción del paro
Las previsiones del Banco de España recogen el «mantenimiento de ritmos elevados de creación de empleo», que se irán moderando conforme avance el período de proyección, «en consonancia con el perfil esperado para la actividad».
El aumento de la ocupación permitirá descensos adicionales de la tasa de paro, cuyo nivel disminuiría hasta el entorno del 13% a finales de 2019, destaca el organismo que gobierna Luis Linde.
En concreto, apunta que la tasa de paro cerrará este año caerá hasta el16,5% de la población activa, y que se moderará hasta el 14,7% y el 13,2% en 2018 y 2019, respectivamente.
Pronóstico de la inflación
En el ámbito de la inflación, la institución señala que tras el «intenso» repunte del IPC a principios de 2017, se proyecta una «ralentización» en el resto del año, como resultado de la trayectoria a la baja del componente energético.
Por el contrario, se proyecta una senda moderadamente ascendente de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), a causa de una brecha de producción cada vez menos negativa.
Como resultado, se prevé un aumento del IPC del 2% en 2017, en términos de las medias anuales, e incrementos más moderados en adelante, del 1,3% en 2018 y del 1,6% en 2019.
En comparación con las proyecciones de marzo, la inflación general se revisa a la baja en dos décimas en 2017, debido a que la evolución reciente de los precios de consumo ha sido menos dinámica que la prevista entonces y a los menores precios del petróleo esperados según los mercados de futuros.